
En el año 1946 un magnate de negocios llamado Andrew Ryan, arto de la hipocresía, la corrupción y el control al que según dice el mundo se ve sometido, decide construir la ciudad submarina de Rapture con la intención de que albergue a los mejores artistas, deportistas, ingenieros, científicos, músicos, etc, que podrán realizar sus respectivos trabajos, obras, proyectos o investigaciones sin tener que verse coartados por las normas de la ética, la moral, el gobierno, la religión y en general cualquier órgano de poder; ninguna persona de la superficie que no haya sido invitada por el propio Ryan (quien al ser el creador es algo así como el alcalde) no conoce ni debe conocer la existencia de Rapture, una vez se entra no se puede volver a salir, esta situación hace de Rapture una ciudad totalmente aislada del resto del mundo, con lo cual al no conocer el gobierno su existencia no pagan ningún tipo de impuesto, producen sus propios recursos (comida, agua y otros servicios mínimos de una forma que por cierto no se especifica), mantienen su propia economía y básicamente funciona como una autarquía (Autarquía: Política de un Estado que intenta mantener su economía e independencia de otros organismos basándose en la producción de sus propios recursos); durante los años siguientes, gracias a la enorme economía de Rapture (la mayor parte de sus ciudadanos viven como reyes) se realizan una serie de descubrimientos científicos relacionados con una sustancia química, el ADAM, que se extrae de la sangre de determinados cadáveres y puede ser utilizada para desarrollar unos sueros llamados plásmidos y tónicos genéticos que una vez inyectados vía intravenosa son capaces de mejorar genéticamente a las personas para otorgarles habilidades extraordinarias más allá de sus capacidades físicas que pueden ser utilizadas para realizar distintas tareas; la doctora Bridgette Tenenbaum descubrió una especie de babosa marina capaz de sintetizar el ADAM nativamente, pero con el paso del tiempo el consumo masivo del ADAM para recombinar sus ADNs acabó deshumanizando a los habitantes de Rapture convirtiendo a la mayor parte en monstruos deformes tanto física como psicológicamente, estos seres monstruosos son llamados “Splicers”, dando así lugar a una guerra por el control de la metrópolis entre su creador Andrew Ryan y un ex-gángster llamado Frank Fontaine. Finalmente la sociedad se dividió en dos grupos en permanente conflicto: aquellos que querían detener las aplicaciones del ADAM y los adictos que no podían parar de consumirlo, cuyas continuas batallas dejaron Rapture prácticamente en ruinas.
Tras esta pequeña lección de historia volvemos a donde nos quedamos, una vez el ascensor llega a su destino ves la primera escena de violencia y terror del juego cuando ves a un Splicer (hay varios tipos distintos de Splicer, tal vez cuando termine el bestiario de AC La Hermandad haga uno de BioShock) prácticamente despedazando a un tipo, tras esto el Splicer parece olisquear el aire y acaba por darse cuenta de que estas dentro de la cápsula, con lo que tras enseñarte su horrenda cara frente a la puerta de cristal (blindado para tu suerte) se sube encima de la cápsula y se lía a darle golpes, aunque solo consigue hacerle un pequeño agujero antes de verse obligado a huir (el por qué no tengo ni idea). Una vez el Splicer se ha ido recibes una llamada a través de la radio portátil de la cápsula, la cual coges y te servirá para escuchar tanto los mensajes de otros personajes como los audiodiarios que encuentres esparcidos por la ciudad, la llamada es realizada por un tipo que se hace llamar Atlas y que te pide ayuda para rescatar a su mujer Moira y su hijo Patrick a cambio de que él te ayude a salir de Rapture, tus objetivos desde entonces serán sobrevivir, ayudar a Atlas, encontrar a Andrew Ryan y cosechar (camino malo) o rescatar (camino bueno) (dependiendo la opción que elijas puedes llegar a varios finales distintos del juego) a las recolectoras del ADAM, unas pequeñas e inofensivas niñas con aspecto de muerto viviente denominadas “Little Sisters”, sin embargo para llegar hasta ellas tendrás que enfrentarte y derrotar a los enemigos más duros del juego y los que lo representan, los “Big Daddies” (de los que hay dos modelos, el Gorila, el más peligroso, blindado y armado con un taladro y otras armas, y el Rosie, armado con una ametralladora o un lanzagranadas), para lo cual tendrás a tu disposición armas mejorables tales como un revolver, una ametralladora Thompson, un lanzagranadas (que una vez mejorado te cargas a los Big Daddies de dos disparos), una escopeta, así como las modificaciones genéticas de los plásmidos que te otorgaran distintos tipos de mejoras, tanto corporales (mayor resistencia, vitalidad, etc), como tecnológicas, así como distintos poderes especiales como congelación, incineración, telequinesis, etc.
Tengo que decir que si te enganchas de verdad al juego te los pasarás en no mas de tres días, ya que los combates no suponen un reto real, ya que una vez que ya sabes como actúa cada tipo de enemigo y como derrotarlo es poco más que jugar al tiro al blanco, aunque para evitar este tipo de situaciones conforme avanzas en el juego van aumentando su resistencia a los golpes. La ciudad va dividida por secciones (y obviamente no llegas a recorrer Rapture entera) y además no hay ningún tipo de aliado “físico” con el que puedas hablar, ya que por ejemplo la Dra. Tenenbaum solo se muestra como una sombra caminando dentro de un cuarto cerrado que te habla a través de un cristal, por el contrario hay un “jefe” en casi todas las secciones de la ciudad, como por ejemplo el Doctor Steinman, un cirujano psicópata y macabro que será el primero al que te enfrentes en su clínica medica, Peach Wilkins, el paranoico jefe de una industria pesquera que se ha atrincherado en las mismas pesquerías congeladas de Rapture, Julie Langford, una aliada profesora, científica botánica cuya oficina se encuentra en el gigantesco vivero de Arcadia, Sander Cohen, la mano derecha de Andrew Ryan, un artista demente y sádico que se ha encerrado en su teatro de Fort Frolic.
Juego cargado de giros de guión increíbles, muchas sorpresas, muy entretenido y para los que crean que se van a cagar encima cuando lo jueguen decir que tranquilos, no da tanto miedo como parece.
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